Fue siempre una adelantada. Hasta en su nacimiento, decidió que debía llegar al mundo mucho antes de lo que el médico había pronosticado. Y entonces, mostró su rostro bello, luminoso, muy pequeño, igual que su cuerpito, pero con unos ojitos brillantes achinaditos, únicos. Parecía frágil por fuera… cómo se equivocaron pensando eso. Valentina les demostró y les prueba cada día que es una leona, que todo lo que se propone, con esfuerzo y con garra, siempre lo logra.
Sus papás no sabían que ese primer bebé que llegaba a la familia, primer hijo, primera nieta, primera sobrina, tendría síndrome de down. ¿Y eso? ¿Cómo pudo pasar? «Azarozo», sentenció el doctor, para resumir que no había explicación física a lo sucedido.
Sin embargo, la familia no tardó en entender la verdadera razón de su llegada a la casa. La pequeña fue llenando cada rincón de amor, fue enseñándoles, sin palabras, que no valía rendirse, que ser «cabeza dura» no era malo, porque con tezón, cada paso, por mas difícil que fuera, podía superarse. Que si alguien estaba triste, un beso, un abrazo y un «ya está» de ella era la mejor cura.
Valentina hoy tiene 22 años. Estudia, trabaja, cocina, tiene hobbies, sale con amigas, maneja sus redes sociales (@giordavalen es su IG) y es una bellísima joven que no le teme a los retos. Ella, al igual que muchas personas con discapacidad, luchan por superarse a diario.
En España, más de 4,3 millones de personas conviven con algún tipo de discapacidad, según recoge la última encuesta “Discapacidad, Autonomía Personal y situaciones de Dependencia”, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), una cifra que refleja un aumento del 11,8% entre los hombres y un 5,4% entre las mujeres con respecto a los datos de 2008. Si bien, las políticas actuales han evidenciado un avance en materia de integración y desarrollo de las personas con discapacidad en el ámbito laboral, aún estamos muy lejos de lograr la igualdad y respetar los derechos de todos. Lo mismo ocurre en la vida diaria, en la educación, la salud y la participación social.
El 3 de diciembre se conmemora el día internacional de las personas con discapacidad. Fue declarado en 1992 mediante la resolución 47/3, con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos, así como concientizar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural. La inclusión de la discapacidad es condición esencial para el respeto a los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad. También es una cuestión clave para cumplir con la promesa de «no dejar a nadie atrás» de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. .
Mucho tenemos que aprender aún. De todas las «Valentinas» que, con una sonrisa, sólo piden el espacio para crecer, nutrirse y vivir felices.
Respetar los derechos de las personas con discapacidad no es sólo una cuestión de justicia, sino una inversión en nuestro futuro común, para hacer de este mundo, un lugar mejor para todos